¡Nos dispararon a todos! No es que no hubiese matado
yo, a uno o a dos o a pocos, sino a muchos enterrado.
Los años no vienen solos, sino con muertos acumulados
coleccionando velas y procesiones.
¡Quedamos paralizados! Igual que hace tantos siglos;
como en la siniestra ronda de la desdichada alondra.
¡oh piel de tigre!
exhibida en la sala barata de veterano de guerra
¡oh alondrita desplumada!
¡oh nido de la arpía! y sus crías
Ahí está la profecía, vista en el trance ayahuasca
que el hombre blanco, si avanza, lo hace a costillas del indio.
Y al ver los planes oscuros , los ríos se arremolinan,
pierde el doctor la paciencia y para la expedición
pero el koreguaje sale
al paso con la intuición:
-amigo, no tiene ciencia, andar con los asesinos
déjeme aquí más tranquilo, rodeado e´supersticiones,
deje quieta mi inocencia
y ud, siga su camino.
Lorena Escorcia 14-12-21
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