miércoles, 10 de mayo de 2023

EL AMANTE DE MARGUERITE DURAS

 Esta novela narra recuerdos de la vida de una adolescente hija de colonos franceses en Saigón, 

Lo que se ve a lo largo de la narración es la negligencia de la madre, la negligencia en la que se puede dejar a los hijos cuando son expatriados sin muchas redes de apoyo emocional, pero en realidad a la edad de 13 o 14 años es difícil controlar los impulsos de la adolescencia y esto hasta en la mejor de las familias.  En el relato, la protagonista describe la negligencia en la que la tenía su madre, quien estaba un poco loca, lo sé, porque yo también ya he vivido en la expatriación dos o cinco veces, que pues uno lucha es para mantenerse vivo y con eso ya sería suficiente. Creo que en esa época nadie le prestaba mucha atención a los hijos, que tuvieran un techo, vestido y tres comidas al día creo que era suficiente y no se pensaba mucho más en temas psicológicos y de salud mental.  

Es una narración importante desde el punto de vista histórico, además un gran desafío para una mujer contar todo esto tan íntimo en la época en que la autora lo contó y lo publicó. Muy escandaloso para la época e incluso ahora, es este mundo tan morrongo!!! Aún en muchas familias y escuelas no se habla abiertamente de la sexualidad de las niñas adolescentes. Un tema tan vital para la salud de las mujeres y de la especie. Creo que eso me gusta del relato su desprendimiento de atavismos religiosos y moralistas. 

Es un libro necesario aunque en lo personal a mi no logra conmoverme su narración  de tono ´afectado´, donde ella, ya madura, cuenta su primera experiencia sexual con un ejecutivo chino mucho mayor y por obvias razones poderoso. Pero que al final no era tan poderoso, porque aunque él hubiera querido no la hubiera podido esposar, porque su padre no le hubiera permitido casarse con una francesa pobre. Las dos caras de la misma moneda. Lo que quizá me generó más ruido es que ella se percibe como si la hubieran dejado en la pobreza, y quizá era una pobreza afectiva que ella interpreta como una pobreza material...pero a mi no me resulta así... creo que en comparación, Margarite Duras no estuvo tan privada de recursos. 

miércoles, 3 de mayo de 2023

Ama de invierno

 

Ama de invierno

 

La mañana despierta desvestida de nubes

Hastía con el sol rascándole la cara,

se levanta

 

Saca la ropa de la lavadora,

La extiende en las cuerdas de la luz,

pasa un gato

 

El viento embistió contra el árbol anónimo

Que vive solo y descalzo

en el patio

 

Toma una taza de café y se sienta

Con las piernas cruzadas

frente al televisor

 

Con un pulgar aprieta los botones

Con el otro el sensor de su

iPod Touch

 

Con un índice aprieta sus pezones

Con el otro sus labios.

 

¡Es tan frío!

 

No quedan más hormigas ni insectos

que matar.

 

 

 Magda Lorena Escorcia.

 

Para la realización de este texto utilicé el verso libre con estructuras enmarcadas o circulares.

¿serán paparruchas?

 

Lorena Bobbitt contra ataca

 

 

Lorena Gallo, quien se hizo célebre en 1993 como Lorena Bobbitt, es la principal sospechosa del asesinato del actor de porno John Wayne Bobbitt, encontrado muerto en extrañas circunstancias en su apartamento de Las Vegas.

 

La manicurista ecuatoriana de un metro cincuenta de estatura, quien se hizo famosa cuando cortó con un cuchillo el pene de su marido y lo arrojó luego por la ventana del  automóvil, fue declarada ‘no culpable’ en 1994 y enviada 45 días al hospital psiquiátrico por considerarse que la agresión fue provocada por estrés pos-trauma, producto de años de abuso y humillación por parte del marino Bobbitt.

 

Lorena declaró que había cortado el pene de su marido en un ataque de ira luego de que él la violó cuando llegó borracho, también alegó que el hombre se masturbaba, no la hacía sentir orgasmos y la había obligado a abortar.

 

John Bobbitt, a quien le fue reimplantado el trozo de pene que la policía encontró tirado en las estribaciones de una carretera en Virginia, tuvo que aparecer en dos películas pornográficas: John Wayne Bobbitt Uncut y Frankenpenis, para pagar los costos de la cirugía. Unos años más tarde había pasado dos semanas en prisión bajo los cargos de violencia doméstica contra su prometida Kristina Elliot y luego acusado por su tercera esposa Joanna Ferrel, por la misma razón. En el 2004 se le imputó el robo de 140.000 dólares en ropa en un lujoso almacén en Nevada. En la actualidad llevaba un proceso por amenazas contra el cirujano James T. Senn por no haberle querido alargar más el pene. Las autoridades no descartan que se trate de un suicidio, debido a los  múltiples fracasos sentimentales y financieros del actor.

 

 

 

JOSELIN

 

Hay cosas y personas que solo están a la vista de los niños, cosas a la altura de los niños, Joselín es una de ellas.  En los ochentas solía poner encima del trípode una cámara muy grande y pesada, metía la cabeza dentro de una manta negra, disparaba un botón, y a los pocos segundos sacaba un papel cuadrado y brillante, de bordes y proporciones perfectas, que nunca mentía sobre una realidad o los colores de un segundo irrepetible; Joselín hacía fotos instantáneas.  En los tiempos en que la gente cargaba más cigarrillos de tabaco que cámaras en los bolsillos, era el fotógrafo más cotizado del pueblo.

 

Lleva cuarenta años apuntando siempre a la misma perspectiva: las torres blancas de la iglesia. Nunca ha cambiado el ángulo, ni los tres metros cuadrados de sus sitio de trabajo, tampoco el banquito en el cual tiene que pararse para tomar las fotos, ni su mirada de topo; Joselín apenas le gana en altura a su caballo de madera de un metro de altura, forrado en pelo de caballo verdadero. Si no fuera por su caballo y por su estatura, ningún niño lo vería y Joselín hubiera desaparecido ante los ojos acostumbrados de la gente, que lo ve cada día en el mismo sitio haciendo el mismo menester.

 

Es domingo por la tarde y mi hijo me lleva de la mano. Nos paramos en el centro de la plaza, yo estoy concentrada en los sombreros y en una tela de cuadros, doblada sobre el hombro, que siempre llevan los señores. Miro las torres de la iglesia, pienso en lo altas que son y me persigno. De pronto su manito me da un tirón, me lleva y me señala:

 

Mira mamá, un caballito de madera.

Buenas tardes señora, me dice Joselín.

Buenas tardes Joselín.

 

Todo el mundo lo conoce por el nombre y yo no soy la excepción. Cada persona del pueblo tiene guardada una foto que Joselín le ha tomado, en un álbum que empieza a oler a olvido en un rincón mohoso de la casa.

 

Mamá, yo quiero subirme al caballo.

 

Entonces abro el bolso y meto la mano, toco  mi cámara, me dan ganas de decirle a mi hijo que yo misma puedo tomarle la foto, que no será en el caballo pero que va a quedar incluso más bonita. Me arrepiento y le pido a Joselín hacer la foto de mi hijo en el caballo.

 va﷽﷽﷽﷽﷽﷽﷽ amiguitas de los minutos, ahorita vuelvo.

un rincamos con pompas de jabperaballona tela doblada sobre los hombroso p

 

 

 

 

 

 

Si señora, la foto le quedará muy bien, no se preocupe, ahora tengo una cámara digital que automáticamente corrige los ojos rojos, el lunar en la cara, la luz, el foco y el encuadre, y si por alguna razón queda mal el peinado, el zapato, el cuello de la camisa, o el niño no se ríe, puedo hacerle otra foto sin ningún costo adicional.

 

¿Cuánto vale la foto?

 

—La fotico le vale cinco mil pesitos señora, pero tiene que esperar quince minuticos mientras voy a imprimirla por allí abajito.

 

Bueno, la vamos a tomar.

 

Subimos a Seb sobre el caballo, que emocionado empieza a saltar con sonrisas:

 

¡Arre caballito! ¡Arre!

 

Joselín se para sobre su banquito, detrás del trípode, pero esta vez no mete la cabeza bajo ninguna manta negra. Está mirando una pantalla y esperando a que un pequeño cuadrado fluorescente le señale el momento, en que ha logrado detener el temblor de sus manos, para dispararle un flash a la luz producida por los dientes. Una vez elegida la foto, entre cinco tomas, Joselín toma el dinero.

 

—Voy a dejar el caballito aquí donde mis amiguitas de los minutos, ahorita vuelvo.

 

Y se va.

 

Mientras esperamos damos vueltas en el parque, comemos un helado, jugamos con pompas de jabón. Pero Joselín no regresó esa tarde, quizá nos cruzamos o quizá estaba ya entrada la noche. El caballo sigue ahí, al lado de la caseta de ‘minutos a celular’, y yo todavía estoy esperando por esa foto que será testigo del paso de las generaciones.  

 

 

 

 

HAMBRE Y BONANZA

 

Text Box: Este trabajo me costó mucho, al final no encontré metáforas para describir lo que quería decir. El lenguaje del poema está influenciado por cosas que oí, leí y vi y  hablé con amigos en las últimas semanas; también por  la propuesta de La Escuela, de escribir algo acerca del tema Hambre. 

No pude evitar poner allí mis impresiones personales sobre la emigración, en este caso  hacia un país, Australia, que en este momento se considera próspero y vive de la explotación minera pero se prevé que entrará en una crisis en los próximos años. 

Creo que el tema que más me está motivando en este momento a escribir es la incertidumbre, y me gusta darme explicaciones de tipo histórico de mis sentimientos, así que quise poner ahí la idea de los movimientos de mano de obra en un mundo globalizado, un fenómeno que ha existido siempre, pero que luego de la abolición de la esclavitud toma otro carácter, porque vamos a dar nuestro trabajo de manera voluntaria, creyendo que tendremos mejores condiciones de vida, especialmente luego de la revolución industrial. Hay una pincelada también de otro tema que me llama mucho la atención, que es el tráfico de personas y de mujeres. También puse ahí una charla que tuve con mi esposo acerca del hecho de que las economías extractivas o basadas en monocultivos, como en Cuba (azúcar, tabaco) Colombia (café, petróleo, cocaína), etc. Economías basadas en un único sector traen miseria a sus poblaciones en el largo plazo, no son sostenibles. Cuando el producto se acaba o se vuelve interesante para ciertos poderes vienen el hambre y/o las guerras…
Estas son las ideas de base, luego, estuve escuchando unos programas sobre la historia de Chile y de Perú y recordé que Pablo Neruda y César Vallejo y  Martí, García Márquez y Eduardo Galeano, hablan del tema de la explotación de los recursos en sus países, que son tan ricos, pero sus pueblos tan miserables. 
Creo que este poema no tiene mucho de original, y que quizá funcione mejor como ensayo que como poema, pero expresado así, como poema, me preció más digerible y pude sintetizar mejor el tema de los ciclos del HAMBRE Y LA BONANZA.

Gracias por leer.  
HAMBRE Y BONANZA

 

Es simple,

Nos dijeron,

¡Vengan!

Que llegó la bonanza.

Trajimos las mujeres

Y de la tierra

Brotaron nuestros hijos

Así como brotó

El guano en el Perú

Excremento de murciélagos,

De las aves marinas,

De las focas

Y llegó la guerra

El hambre, la penuria.

 

Es simple,

Nos dijeron

¡Hay trabajo!

Abundancia

Traigan a sus amigos

Sus familias

Y juntamos las manos

Y excavamos

Y extrajimos

El oro en Potosí

El salitre en Iquique

Y vino

La matanza.

 

Es simple,

Nos dijeron

¡Vengan en multitudes!

Traigan todas sus lenguas

Las especies,

Hagan casas,

Cocinen,

Vengan a deleitarnos

Con su gastronomía

Trajimos nuestros bailes

Vestidos

Religiones,

Y unos años después

Cerraron las fronteras.

Dicen que somos muchos,

Indeseables,

Morimos en los mares

O esperando

A que un día

nos vuelvan a decir

Que llegó la bonanza.  

 

 

 

 Magda Lorena Escorcia-Hernández.

sobre escribir

 

¿Quién podrá ser escritor?

 

Lorena Escorcia

 

 

‘Soy el que sueña la ensoñación,

el que es capaz e soñarla;

el que es feliz del sueño

en el que no tiene necesidad de pensar’

G. Bachelard.

 

 

La creatividad es una cualidad inherente a todos los seres humanos, como lo es la memoria o la inteligencia. Durante siglos, se mostró la creatividad como un atributo de personas privilegiadas o dotadas de dones especiales a las que se llamó ‘genios creativos’. Hoy en día, sabemos que todos somos capaces de crear, es más, que no podríamos sobrevivir en ningún paraje de la tierra si no ejercitáramos esta función, pues se necesita de ella tanto para la guerra como para la convivencia armónica; para cocinar o para inventar un robot que lo haga por nosotros; para escribir un poema y enviarlo al infinito espacio virtual o para tocar con pétalos la piel de nuestro amado. Para muchos la creatividad se mide por su resultado final, dado a su vez por el aporte al conocimiento universal y por la experiencia estética[1].  Esta manera de valorar la creatividad es compleja, pero esto no nos coarta la posibilidad de ser artistas o escritores. Con estas mil palabras explicaré porqué tengo fe en el genio creativo que habita en cada uno de nosotros.

 

Como alumna de Escritura Creativa en la EEM[2], he percibido que para realizar un trabajo literario que me satisfaga, requiero dos momentos, el primero es un momento de inspiración, que puede darse en una milésima de segundo, siempre a través de un estado de ensoñación o de inconciencia, al que solo puedo llegar cuando me relajo y juego con los espacios, con las sensaciones, con los recuerdos.  El segundo es una enorme cantidad de trabajo que requiere poner el proceso creativo en un primer plano y aplazar o ajustar en el tiempo otras tareas, como la de mamá, esposa, ama de casa o médica, que es mi profesión.  Muchos adultos que hemos encontrado nuestra pasión (lo cual es enormemente difícil porque requiere de un profundo nivel de interiorización), anteponemos nuestras obligaciones, de tipo económico, social, familiar, etc. A los momentos de goce y placer que nos da la escritura. Esto es una pena y una muestra de que tenemos miedo de la siguiente condición sine qua non del artista: la libertad de pensamiento y acción.

 

Cuando me siento sola en el café de la esquina, y veo la tinta correr sobre el papel, moldeando lo que luego serán frases, párrafos e ideas que elevaré al viento como cometas ¡siento tanto placer! Me siento como una niña, o como una amante recién encontrada. Es una experiencia tan honda, ¡tan vital! Como la de hacer el amor o comer ese plato de infancia que solo nosotros sabemos cómo sabe. Es estar en el presente y no dejar que la belleza de este instante se esfume a causa de ninguna preocupación. Es haber llegado a ese automatismo del estar por estar, del respirar por respirar, ese momento de la contemplación extrema en el que uno no existe como tal, sino como un ente llevado por una fuerza inexplicable, el fuego de la pasión y la materia de la vida cuando convergen y fluyen.

 

Creo que comparto con mis compañeros sensaciones parecidas. Quería decirme  y decirles que en el camino para llegar hasta aquí encontré muchas bifurcaciones y que la mayoría de las veces tomé la dirección equivocada. Y que por esto no puedo, no podemos desaprovechar este espacio y dejar pasar esta bella oportunidad de hacer lo que nos gusta. Así sea en la edad adulta, cuando la corriente social o las obligaciones económicas se presentan como obstáculos para continuar nuestro camino por el mundo de la creación y de las artes, en este caso, por el universo de la literatura. Pues este momento no ha sido otra cosa sino el resultado de la intensión, el impulso, la determinación y el coraje.

 

Cuando empecé este curso en el 2013, pensaba que nunca iba a poder compaginar mi profesión de médico con la escritura y fue a partir de la lectura de Sir Arthur Conan Doyle, en el primer módulo de este curso, que entendí que sí se podía. Pues la literatura bebe de la experiencia humana en todas sus dimensiones y todo ser humano es capaz de crear un mundo único y estéticamente exquisito a partir de sus vivencias y su manera particular de ver el mundo.  Solo tenemos que trabajar en la expresión, en nuestro derecho a la libertad, al ocio y al juego; para dejarnos ir y ‘conectar’ en el sentido que nos enseña Nawal el Saadawi, la médica y escritora egipcia, de ‘abolir la diferencia entre el cuerpo, la mente y el alma, entre la ciencia y el arte, entre la ficción y la no ficción’.

 

Puede que sea una cuestión generacional, o por mi origen provinciano, que he visto este curso como un gran paso en mi vida, pero ciertamente lo es. Un horizonte abierto. Creo que podemos encontrar ejemplos de buenos escritores en casi todas las profesiones, yo he encontrado muchos en mi carrera. Algunos de ellos con tanto éxito que se han dedicado de lleno a su pasión. Como es el caso de Pío Baroja, António Lobo Antúnes, Moacyr Scliar o William Somerset Maugham, este último nos iluminó, en un momento en que la crítica suponía que los años dedicados a otras carreras eran estériles para la creatividad, Somerset escribió en su diario:  "Vi hombres morir. Los vi sufrir dolor. Aprendí qué era la esperanza, el temor y el alivio...".  Ciertamente, un material precioso para cualquier escritor.

 



[1] Bachelard, Gastón. La poética de la ensoñación. FDE. 1995.

[2] Escuela de Escritores de Madrid.

Idilio, de José Asunción Silva. LA ORQUESTACIÓN MODERNISTA 04-25-24

 Idilio   - Ella lo idolatró y Él la adoraba...  - ¿Se casaron al fin?  - No. señor. Ella se casó con otro.  - ¿Y murió de sufrir?  - No, se...