Ojos domesticados
no de jaguar salvaje
sino de alma asomada por sus barbas,
en la naturaleza mansa
y las rocas sirvientas del zoológico.
Lorena Escorcia Henández.
Idilio - Ella lo idolatró y Él la adoraba... - ¿Se casaron al fin? - No. señor. Ella se casó con otro. - ¿Y murió de sufrir? - No, se...