Me parece igual a los dioses
ese hombre que frente a ti se sienta
y escucha atento tu dulce charla
y tu risa adorable... oh eso
pone alas a mi corazón dentro del pecho
porque cuando te miro
aunque sea un momento,
palabras no me quedan
no: la lengua se rompe
y fino fuego corre bajo mi piel
y no hay vista en los ojos
y un redoble colma los oídos
y frío sudor me apresa
y el temblor me captura toda entera,
más verde que la hierba soy
y muerta... o casi me parezco.
Me parece igual a los dioses aquel varón
que está sentado frente a ti
y a tu lado te escucha
mientras le hablas dulcemente
y mientras ríes con amor.
Ello en verdad ha hecho desmayarse mi corazón
dentro del pecho:
pues si te miro un punto, mi voz no me obedece,
mi lengua queda rota,
un suave fuego corre bajo mi piel,
nada veo con mis ojos,
me zumban los oídos,
…brota de mí el sudor, un temblor se apodera
de mi toda,
pálida cual la hierba me quedo
y a punto de morir
me veo a mí misma.
Fragmento 31
Safo
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